sábado, 3 de noviembre de 2012

3 de Noviembre de 1820 Independencia de Cuenca

 Independencia de Cuenca Ecuador 3 de Noviembre de 1820














El 3 de noviembre de cada año la ciudad de Cuenca celebra un aniversario más de su gesta libertaria, acontecimiento acaecido el 3 de noviembre de 1820. Si bien es cierto que en 1795 circularon en Cuenca unos manuscritos que invitaban: "A morir o vivir sin el Rey, prevengámonos; libertad queremos y no tantos pechos y opresiones". Sólo fue cuando estalló la revolución de Quito, el 10 de agosto de 1809, y a pesar de que Cuenca seguía siendo un bastión realista, empezó ahí y además en Guayaquil y Pasto, donde se prepararon tropas para someter a la Junta Soberana instaurada en la capital de la Audiencia.

Sin embargo, la coyuntura favorable para la emancipación de la ciudad y su región de influencia sobrevino una década más tarde, después del pronunciamiento libertario de los criollos de Guayaquil del 9 de octubre de 1820. Para entonces, Cuenca era otra de las regiones socioeconómicas clave en la estructura del país colonial y las escasas familias criollas

propietarias de tierras, así como la élite de comerciantes, manejaban las riendas del poder local, manteniendo estrechos lazos económicos con Guayaquil y Lima. Tras la emancipación de Guayaquil, esa capa dominante advirtió las ventajas que reportaría la liberación de la región contra el colonialismo hispánico y, entonces, se decidió por la definitiva independencia.

Aunque el malestar ya se expresaba desde hacía meses, el 3 de noviembre de 1820 se produjo en Cuenca un audaz "golpe de Estado" que involucró a patriotas de la élite criolla de la ciudad, oficiales de la milicia comprometidos con ellos y pobladores entusiasmados con la revuelta. El alma del movimiento fue José María Vásquez de Noboa, quien, como alcalde de Primer Voto, había convocado a una sesión de Cabildo ampliado, en la que se complotó, decidiendo quitar las armas a la escolta militar, al momento de dar lectura a las ordenanzas reales, acción que fue ejecutada el día señalado por el teniente Tomás Ordóñez, seguido de Vicente Toledo, Ambrosio Prieto y otros jóvenes patriotas.

Desencadenada la rebelión, los líderes y sus seguidores consideraron indispensable la derrota y sometimiento del cuartel principal, en el que se concentraron las tropas realistas al mando del coronel Antonio García Trelles. Pero la resistencia fue mayor que la que esperaban los revolucionarios concentrados en San Sebastián y el Chorro que, con el pasar de las horas, veían frustrarse gravemente sus esperanzas. En tales circunstancias, fueron enviadas comisiones a los pueblos vecinos, a fin de obtener refuerzos para la desigual lucha que afrontaban. La tarde del día 4 de noviembre, llegó el cura de Chuquipata, Javier Loyola, encabezando un nutrido contingente. Gracias a este auxilio, se pudo derrotar la resistencia del realista cuartel de la ciudad. Allí mismo se proclamó la "Provincia Libre de Cuenca". José María Vásquez de Noboa fue nombrado jefe Civil y Militar.

Con la independencia, los patriotas proclamaron la República de Cuenca. El 8 de noviembre fue convocado el Consejo de la Sanción, para elaborar el Plan de Gobierno o Ley Fundamental de la República de Cuenca, aprobada por los diputados el 15 de noviembre de 1820.
     
 La Junta Suprema de Gobierno quedó presidida por José María Vázquez de Noboa, "en señal de gratitud de haber sido el autor principal para plantear el sistema adoptado", quien duraría cinco años como jefe del Gobierno Político y a perpetuidad en lo militar. Las futuras nominaciones, por dos años, serían fruto de elección popular. 

Sin embargo, el entusiasmo de la libertad y de la independencia duró poco. Vázquez de Noboa, nativo de Chile, que añadió a sus nombres y apellidos los de López de Artiga y las dignidades de Presidente de la Junta Suprema de Gobierno, Senado de Justicia, Excelentísimo Cabildo y demás Corporaciones del Distrito, General del Ejército Libertador de las Cadenas, Jefe Político y Militar de la Provincia Libre de Cuenca, estuvo en el mando hasta el 20 de diciembre de 1820.

 Ese día, las huestes patrióticas fueron derrotadas en Verdeloma, cerca de Biblián, por los ejércitos reales que dejaron más de 200 cadáveres en el campo de batalla e irrumpieron en Cuenca para acabar con la naciente República.

Vinieron largos meses de dictadura brutal durante los cuales fueron perseguidos y expropiados de sus bienes los patriotas, hasta cuando el 21 de febrero de 1822 el mariscal Sucre entró en forma triunfal para sellar la libertad definitiva, pregonera de la Batalla del Pichincha el 24 de mayo siguiente. Desde entonces, Cuenca es libre.       

Y así se forjó la Libertad e Independencia de Cuenca, los precursores de ella, también pensaron en amasar la grandeza de su pueblo bajo la égida de la libertad. Cuenca, ha contribuido eficientemente al enriquecimiento de la cultura ecuatoriana, ha puesto su aporte positivo en el adelanto espiritual y material de nuestra Patria, llamada con justo honor la Atenas del Ecuador, en conjunción de ideales, por sus hijos emigrados y residentes en esa cuna de hombres ilustres, ha sido transformada en una floreciente ciudad, gracias a la constancia y esfuerzo de sus hijos, Cuenca hoy está llena de un futuro promisorio con sus cantones que tienen un panorama de inefable belleza; pues el hermoso paisaje azuayo se presta para el turismo, la bella chola cuencana, cincelada cual diamante, nace del folclor ecuatoriano en un capítulo de singular importancia.

Las riveras del Tomebamba son encantos de poesía, con las piedras que hablan y el río que canta, en fin, la urbe con sus bellos edificios como la magnífica Catedral y otros de arte colonial, hablan de Cuenca del Ecuador por su pujanza entrelazada con soberbios edificios de audaces formas.

Con una población de más de 450.000 habitantes, Cuenca es la tercera ciudad más importante de la nación, considerada como la ciudad más atractiva del Ecuador, por propios y extraños, por mantener la tranquilidad y hermosura de una ciudad pacífica, puerta a la amazonía.

HISTORIA

Desde el año 1975 hubo en Cuenca la expresión pública de conseguir la libertad, en diferentes lugares de la ciudad, el 25 de marzo de este año, circularon unos manuscritos que contenían ideas de LIBERTAD como una reafirmación a la conciencia cívica y amor a su tierra. Los patriotas cuencanos revelaron sus sentimientos de amor a la INDEPENDENCIA en los letreros que contenían lo siguiente "MORIR O VIVIR SIN EL REY PREVENGAMOS", valeroso vecindario. Libertad queremos, y no tantos  pechos y opresiones". Conocían muy bien los cuencanos quienes eran los autores de esta invitación a través de los letreros, pero guardaban absoluta reserva por las amenazas de los funcionarios españoles, muy leales a su Rey. y estas autoridades reales temblaron como la encina al soplo del huracán, levantaron juicios criminales contra las autoridades y cómplices de las leyendas fijadas en las paredes de los edificios de la ciudad.

Exactamente no se sabe el paradero de estos juicios, pero se puede asegurar de los participantes en la fijación de dichas leyendas fueron: Paulino Ordoñez, Fernando Saladar y Piedra, Joaquín Tobar. Estas leyendas las tomaron los cuencanos, como su primer Himno Patrio coreado por sus pechos enardecidos de civismo y ansia de libertad, para romper las cadenas del León Ibérico que dominaba en la Real Audiencia de Quito.

Con este fin se hicieron dos tentativas, pero fracasaron los patriotas en su empeño y resolvieron dar un golpe decisivo en la consecución de la libertad para su pueblo. El Dr. José María Vásquez de Noboa mandó a publicar el 13 de noviembre de 1820 unas Reales Ordenes Españolas por bando solemne, acompañado de la escolta militar; mientras se leía dicho bando en una esquina de la dudad, 9 patriotas del complot se echaron sobre el complot y desarmaron a la fuerza. Los 9 valientes estaban capitaneados por el prócer Tomás Ordoñez, verdadero héroe de la jornada. Cuando se hallaba trabado en una lucha con un soldado le atravesó la pierna de un golpe de bayoneta. Los patriotas se reunieron en la plaza de San Sebastián, allí con un numeroso grupo de ciudadanos cuencanos proclamaron la libertad e independencia de Cuenca.

El regocijo popular fue indescriptible. Ordóñez a pesar de encontrarse herido, recorría las calles animando y entusiasmando a las multitudes; Don Juan Mana Ormaza y Caccuta fue el orador principal, manifestó con elocuencia los sacrificios que todos deben hacer por la libertad e independencia de la Patria. Cumpliendo así el juramento que hicieron estos valerosos hombres para vengar la sangre que se derramó despiadadamente en la masacre del 2 de Agosto de 1810; horrible hecatombe que consternó a toda América, pero lo cual sirvió de savia fecunda para Conseguir la libertad el 9 de octubre de 1820 en Guayaquil, y el 3 de noviembre en Cuenca. Y así se forjó la libertad e Independencia de Cuenca; los precursores de ella también pensaron en amasar la grandeza de su pueblo bajo la égida de la libertad.

3 de Noviembre de 1820: Independencia de Cuenca

Ciudad de Cuenca Ecuador

La ciudad de Santa Ana de los Ríos de Cuenca: que está situadas 2.560 metros sobre el nivel del mar y su población es de 4.455 habitantes. Tiene sus raíces prehistóricas, fundada en 1557. La egregia presencia de Cuenca, Atenas del Ecuador, constituye el hontanar inagotable de los valores más altos de la cultura, el arte, la política, el deporte, la religión, etc. en la nacionalidad ecuatoriana.

Cuenca es una ciudad universitaria, que organiza programas y eventos de carácter nacional e Internacional; dispone de amplios equipamientos culturales, como museos, galerías de arte, bibliotecas, archivos históricos, centros culturales, talleres educativos y muchos oíros aspectos progresivos.

En la parle económica, Cuenca cuenta con infraestructuras de servicios públicos; existen 200 industrias medianas y 500 pequeñas, así como un amplio parque industrial. La actividad artesanal tiene más de 4.000 talleres de microempresarios. La actividad comercial de la ciudad, está compuesta por más de 10.000 de establecimientos de venta de productos.Por su belleza de paisajes, su capacidad de integrar las influencias y mantener las tradiciones culturales, por la conservación  de sus valores históricos y patrimoniales por el intenso valor de su trazado urbano, La UNESCO en el año 1999, concedió a Cuenca la designación PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD, entre 25 ciudades finalistas.
Cuenca ha aportado con hondo y desinteresado patriotismo, a fomentar el progreso y desarrollo del país. Cuenca a lo largo de la historia tiene altos exponentes de las letras y las ciencias, virtud, patriotismo, valor, coraje, deporte, como el Santo Hermano Miguel, Julio María Matovelle, Fray Vicente Solano, Manuel J. Calle, Remigio Crespo Toral, Huayna-Cápac, Abdón Calderón Garaycoa, Rolando Vera, Jefferson Leonardo Pérez Quezada.